Peña Nieto podría haber rescatado a México: Washington Post

nota peñaLa “valentía” con la que el mandatario mexicano se comportó con maniobras como el Pacto por México y la aprobación de reformas estructurales podrían haber dado un impulso a los sectores económicos y energéticos del país, de acuerdo a una columna del segundo diario más importante de EU.

Estados Unidos.- La aprobación de una serie de reformas estructurales en México podrían tener un impacto positivo para nuestro país, de acuerdo al texto firmado por el también editor de la revista Foreign Affairs, Jonathan Tepperman.

“No hay que desechar a Enrique Peña Nieto,  pese  a sus múltiples escándalos. Washington debería estudiar sus logros”, señala el texto que analiza los cuatro años de presidencia del mexiquense.

Tras más de una década de alternancia y estancamIento económico, “(l)a elección presidencial de 2012 no prometía una gran mejora. Su vencedor fue un notable mujeriego de 46 años llamado Enrique Peña Nieto, un descendiente del mismo partido que había introducido muchos de los problemas desde el principio. Su apodo en la campaña electoral parecía captar las expectativas de la nación—las mujeres lo llamaban ‘bombón’—y Ashley Madison utilizó su cara en sus carteles. En los años posteriores a su elección, sus muchos errores (incluyendo acusaciones de corrupción, el mal manejo de varias desapariciones masivas vinculadas a las fuerzas de seguridad del país y su decisión incomprensible de invitar a Donald Trump para una visita en agosto) han llevado a muchos mexicanos y estadounidenses a darlo por perdido”, señala Tepperman.

Pese a estos antecendentes, el columnista señala que “desestimar la presidencia de Peña es un error”. “Los primeros dos años de mandato de este subestimado bombón están entre los más productivos en la historia de México. En poco tiempo logró convencer a sus más férreos enemigos políticos y unir fuerzas con ellos para romper con los monopolios asfixiantes, liberalizar el oxidado sector energético, reestructurar las escuelas deficientes, modernizar las leyes bancarias y mucho más. Para apreciar la magnitud de estos logros, trate de imaginar al Congreso de EE.UU. aprobando las reformas migratoria, fiscal, bancaria y de financiamiento de campañas, al mismo tiempo”.

Señalando que EPN asumió el mando del país en medio del estancamiento económico y la crisis provocada por la fracasada “Guerra contra el Narco” de Calderón, el escritor señaló que “la crisis tuvo un momento de esperanza, para 2012, los votantes frustrados, finalmente decidieron que habían tenido suficiente. En la elección de ese año rechazaron de manera humillante al partido en turno, el PAN, otorgándole sólo 26% del voto. Si bien el PRI ganó con el Presidente Peña Nieto, apenas alcanzó un estrecho 39% de pluralidad. Estos resultados forzaron a políticos como Jesús Zambrano, líder del PRD (partido al cual también le fue mal ese año), a reconocer de mala gana que su constante obstruccionismo les había “costado mucho ante los ojos de la sociedad”, tal como me lo dijo en 2014 en entrevista para mi libro ‘The Fix’, sobre cómo los gobiernos resuelven estos conflictos. Así que, poco después de la elección de Peña Nieto, Zambrano se le acercó con precaución para entablar cooperación, el Presidente se abalanzó ante la oferta”, creando un “Gran Pacto por México”.

Tras la aprobación de las reformas estructurales terminó este “matrimonio por conveniencia” entre las distintas fuerzas políticas con la llegada de las elecciones electorales intermedias. Sin embargo pese a la aprobación de dichas reformas, el autor admite que los mexicanos aún no han visto sus beneficios:

“Desafortunadamente para México—y para la popularidad de Peña Nieto que ha caído a 26%—ese crecimiento aún no llega. Los mexicanos aún no han visto muchas mejoras y culpan al Presidente. Adicionalmente, varios estados y sindicatos buscan bloquear las reformas educativas, las cuales imponen nuevos y más estrictos estándares para los maestros. La caída en los precios del petróleo y la recesión mundial han dañado al país. Pero nada de esto es culpa de Peña Nieto (contrario a los escándalos en los que se ha visto envuelto, de los cuales sí es culpable)”, agrega el especialista, señalando que esto es un acto de valentía por parte de Peña.

“El hecho de que el pacto aún no haya rendido frutos no debe sorprender. Los beneficios de las reformas estructurales siempre toman tiempo para materializarse—es por eso que muy pocos políticos se atreven a implementarlas. Eso sólo hace que la valentía que ha demostrado Peña Nieto y sus colegas sea mucho más sorprendente”.

sdpnoticias.com