El softbol, como cualquier otro deporte, solo necesita pasión para ser practicado. Y en el poblado Hondzonot, este pensamiento está más que reafirmado.
Con apenas 368 habitantes, Hondzonot, perteneciente al municipio de Tulum, es el hogar de las Diablitas: mujeres que desafían cualquier regla y estereotipo al decidir jugar softbol con huipil y descalzas. Se olvidaron de los spikes para poder ser más veloces.
Se enfrentan a los prejuicios, pero ellas solo se enfocan en pasar un buen rato y olvidarse del mundo cotidiano, aunque sea por un rato.
Cuando decidieron dedicarle tiempo a este deporte, iniciaron con una pelota de tenis y un palo de escoba. Con el paso del tiempo, su técnica fue puliéndose y el equipamiento necesario fue llegando.
Muchas de estas mujeres -orgullosas mestizas maya-hablantes- son madres de familia y han destacado que el softbol les sirve como medio para poner en pausa las preocupaciones y divertirse.
Las Diablitas han puesto en el mapa a Hondzonot gracias a su tremenda pasión y dedicación hacia este deporte. Lo que comenzó como diversión se convirtió en una realidad.
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