Casey Stengel, genio del béisbol

Por Jesús Alberto Rubio.

Sin duda, el legendario Casey Stengel, algo fuera de serie en el beisbol.

¡Cuántas historias en él…!

Un día, cuando retornó a Nueva York jugando con Piratas, la afición le abucheó y él respondió quitándose su gorra, de donde repentinamente salio volando… ¡un gorrión!

Para ocurrencias, Casey.

Todo un tipo.

¿Pero, quién fue Casey Stengel?

Nació el 30 de julio de 1890 y se dice que antes de entrar en el béisbol era un dentista en la cuidad natal, el viejo Kansas City, donde tenía el apodo de “Dutch”, por sus ancestros venidos de Alemania.

Ese apelativo, al llegar al béisbol de paga, lo cambiaría a “Casey” por las siglas de su pueblo (“K.C.”) y que influyó en el poema popular de los 50´s, Casey at the Bat.

Más tarde, ya en su etapa de madurez, los cronistas de béisbol le llamarían “El Viejo Profesor”.

Fue el más pequeño de tres hermanos y desde adolescente en la High School de Kansas destacó como atleta en básquetbol, fútbol y béisbol.

A los 19 años decidió jugar pelota profesional vistiendo la franela de los Kansas City Blues de la Asociación Americana.

Jugó como jardinero, pero en 1910 fue enviado Kankakee, Ill, de la Northern Association; luego a los Maysville, Ky., en la Blue Grass League. En ese tiempo a pesar de no figurar como gran bateador, lo que le distinguía era su entrega, corazón y pasión por el juego.

Fue en 1912 cuando a sus 22 años debutó con los Dodgers de Brooklyn, destacando ya como un versátil, pintoresco jugador. Ese año mejoró a la ofensiva y bateó .316.

El joven Stengel comenzaba a darse a notar: en 1913 ¡recibió $2,100 por su contrato! Y más que pronto lució al conectar su primer cuadrangular en el Ebbets Field de Brooklyn. Esa campaña pegó para .272.

Los siguientes dos años siguió con Brooklyn y ayudó a los Dodgers a ganar en 1916 el título de la Nacional

El 17 fue negociado a los Piratas de Pittsburgh Pirates y ahí sólo jugó 39 partidos porque tuvo que ir a prestar servicios como coach del Programa de béisbol en la Brooklyn Navy Yard.

El 19 regresó a los Piratas pero pronto fue enviado a los Filis de Filadelfia donde estuvo hasta 1920 porque luego fue negociado a los Gigantes de NY logrando batear .368 y .339 en las campañas del 22 y 23.

En la Serie Mundial de 1923 con sus Gigantes se enfrentó a los Yankees ya con el formidable Babe Ruth y en ese clásico se despachó dos cuadrangulares.

El primero de ellos histórico (de campo) al jugarse en el formidable y recién inaugurado Yankee Stadium ante un récord de entrada de 55 mil fanáticos que empezaban a ver una nueva dinastía con el Bambino de gran líder e inspiración.

Stengel vio acción en tres series mundiales: en 1916 donde bateó .364 (perdieron ante Boston); el 22, promedió .400 (a Yankees) y el 23 (.417).

Sus inicios de timón

Eventualmente, Stengel se convirtió en mánager de Ligas Menores en 1934 con los Dodgers de Brooklyn y luego dirigió a los Bravos de Boston, quienes al no ver buenos resultados, lo despidieron en 1943 y parecía que su carrera de piloto había llegado a su fin.

En el anecdotario persiste el recuerdo de cómo la afición se reía por su manera de ser y la forma tan chistosa que hablaba con todos mientras su equipo …seguía perdiendo juegos ya que sus equipos siempre terminaban cerca del último lugar.

En esos días fue atropellado por un taxi en Boston y se fracturó una pierna y parecía estar listo para el retiro; total, tenía suficiente dinero con sus negocios de aceite en Texas y los intereses del banco e inmobiliarios en California.

De todas formas, en 1944, dirigió al equipo de Milwaukee de la Asociación Americana; después estuvo en Kansas City y tres en Oakland… y todo estaba listo para llegar a la Catedral del Béisbol.

Un intelectual del béisbol

Dice el colega Edwin Kako Vázquez que Casey Stengel tenía un comportamiento algo cómico dentro del terreno, pero lo que la gente ignoraba era que detrás de ese disfraz de payaso se encontraba un intelectual del béisbol capaz de establecer récord como dirigente.

Si: Era una especie de bufón de categoría que gustaba ver a todos sus jugadores felices dentro del diamante y que le brindaran lo mejor de ellos, aunque no ganaran los partidos. Lo importante, a su ver en esos días, era jugar contentos el pasatiempo rey.

5 banderines consecutivos

Tiene el récord de lograr con los NY Yankes ¡cinco banderines consecutivos!

Tenía 59 años de edad cuando tomó el mando de los Yankees y muy pronto comenzó a demostrar que no sólo iba a hacer bromas.

Pero ocurrió que cuando fue designado timón, la fanaticada daba por un hecho la eliminación de los Yankees desde el primer día de temporada. No creían en él; le veían como un “payaso”.

Pero qué diferente fue todo: Con aquel “payaso”, los NYY fueron invencibles. Fue cuando Nueva York se volvió el centro del mundo:
Entre 1949, el año de su debut y 1953, Los Mulos establecieron el record de cinco banderines mundiales consecutivos. Superaban su marca de 4 lograda entre 1936 y 1939, entonces bajo la dirección de Joe McCarthy.

Y esto, en aquella época, fue un gran suceso; algo incomparable.

Los Yanquis… eran invencibles

Tal suceso, hasta hoy insuperable en los registros del béisbol de la Gran Carpa, y en esa época los Mulos en verdad que eran increíbles, enalteciendo y elevando a la hipotenusa la leyenda de la famosa franquicia de la Urbe de Hierro.

En total al frente de los Mulos del 48 al 60 obtuvo diez banderines y clásicos otoñales en una trayectoria profesional que se extendió por 54 años desde la era de Christy Mathewson a Mickey Mantle.

Además, tres veces fue Mánager del año: 1949,58 y 53.

Como jugador, se pasó 14 temporadas con un total de .284 y participó en tres Series Mundiales, su última fue en 1923.

Entra en escena Mantle

El 51, al gran Casey le tocó despedir al gran Joe DiMaggio y recibir, a Mickey Mantle, quien comenzó a escribir y enriquecer otra formidable época con sabor a Manhattan y el Bronx

Luego, en otra gran racha, llevó a Yankees a las Series del 55 al 58 y a la del 60. (Fueron campeones el 56 contra Brooklyn y el 58 ante Milwaukee).

Precisamente, fue el 15 de Abril de 1955 cuando el gran receptor Elston Howard se convirtió en el primer pelotero negro en jugar con los Yankees. Dio sencillo en su primer vez al bat contra Boston y N.Y. ganó 8-4.

El perfecto de Larsen

El Otoño del 56, sucedió algo inolvidable y extraordinario:

Seguramente el mayor éxito de decisión en la carrera de Casey Stengel como mánager, fue haber seleccionado en la Serie Mundial de 1956 a Don Larsen.

El clásico contra Dodgers lo tenía empatado a 2 y no encontraba a quien llamar para lanzar el quinto partido y, finalmente, alguna luz le inspiró y escogió a Larsen:

El espigado pitcher sorprendería al mundo entero con el primero y único juego perfecto en una serie de Octubre, retirando a los 27 bateadores para ganarle duelo de 2-0 al “Barbero” Salvatore Maglie, quien lanzó juego de 5 hits.

Mickey Mantle, quien dejó la marca de más jonrones en Clásicos de Octubre con 18, lo apoyaría con cuadrangular y una gran atrapada en el jardín central. Andy Carey también le salvó el perfecto a Larsen con dos espectaculares engarces en la esquina caliente.

Ese 8 de Octubre, ante 64,519 espectadores, Don Larsen tenía 27 años de edad y de lleno había entrado a los libros de récords en la historia de Series Mundiales.

Yankees ganó esa Serie en siete con Mickey Mantle, Yogi Berra, Billy Martin, Elston Howard, Bill “Moose” Skowron, Gil McDougald, Hank Bauer, Whitey Ford, Bob Turley, Enos Slaughter, Bobby Shantz, Johnny Kuks….

A Dodgers de Brooklyn lo dirigía Wealter Alston y su inolvidable equipo estaba conformado por Jackie Robinson, Roy Campanella, Sandy Amorós, Salvatore Maglie, Sandy Koufax, Don Drysdale, Don Newcombe, Carl Erskine, Gil Hodges, Carl Furillo, Pee Wee Reese, Duke Snider….

Fue en verdad un Clásico de Clásicos; de película otoñal con héroes y protagonistas memorables.

No volveré a…

El 60 también llegaron al Clásico guiados exitosamente por Stengel:

Pero, el histórico cuadrangular de Bill Mazeroski contra Ralph Terry al cierre de la novena del séptimo partido, los dejó cimbrados en el terreno de Pittsburgh para dar de último momento el título mundial a los Piratas de Danny Murtaugh en otra de las finales más dramático e inolvidables en la historia de Series Mundiales.

Yankees estuvo en plan poderoso: Anotaron 55 carreras por 27 de Piratas; 91 imparables contra 60; pegaron 10 jonrones, seis más que Pittsburgh, con palizas de 16-3, 10-0 y 12-0.

Mantle, quien en campaña fue líder jonronero con 40, además de producir 112, sacó tres jonrones y anotó ocho veces; Ford ganó dos partidos sin derrota y dejó su efectividad en 0.00 porque no le anotaron en 18 inings.

Incluso Bobby Richardson, con todo y que jugó para el equipo perdedor, fue nombrado el Jugador Más Valioso por sus 12 impulsadas. Nunca se ha repetido esta clase de nominación.

Fue la última Serie Mundial de Stengel con Yankees, que en ese año contaron con el poderoso dúo Mantle-Maris, que hizo recordar aquella pareja Ruth-Gehrig.

Aquel “Viejo Profesor” que todavía dirigía a sus 70 años de edad, tuvo la gloria de su parte dirigiendo a sus adorados Yankees.

Charles Dillon Stengel, era ya un genio, figura, payaso, colorido, amigo. Todo.

Cuando N.Y. ya no lo contrató, diría su famosa frase “No volveré a cometer el error de cumplir 70 años…”.

Sin embargo, el legado ahí estaba: había impuesto toda una dinastía Yankee.

Con los Mets

Stengel todavía tuvo otra oportunidad en la Gran Carpa: Luego de un año su antiguo jefe, George Weiss y ahora dueño del equipo de expansión, los Mets, lo llamó en 1962 para que fuera el mánager ¡a sus 72 años de edad!

Pero ya no era lo mismo ni estaba listo de enfrentar tal reto: Sus primeros tres años compiló 40-120, 51-111 y 53-109 y en 1965 estaba en camino a alcanzar las 112 derrotas cuando Stengel se retiró a mediados de temporada.

Un icono y héroe

Su No. 37 fue retirado tanto por los Yankees (8 de agosto de 1970) y los Mets.

En el Parque Monumental del Yankee Stadium le dedicaron una placa de granito y bronce en su memoria (30 de julio de 1976).

Sobre la placa, reza: “Por más de 60 años representó uno de los héroes populares de América y contribuyó inmensamente con su saber al lenguaje Yankee y el béisbol, nuestro pasatiempo nacional”.

Stengel se convirtió en el siglo 20 en el único pelotero en vestir un uniforme como jugador o mánager en los cuatro equipos que han jugado en la ciudad de Nueva York: The New York Giants (jugdor),Brooklyn Dodgers (mánager-jugador), Yankees (mánager) y Mets (mánager).

Casey fue electo al salón de la Fama de Béisbol de Cooperstown en 1966 e inducido en 1981.

Pero el destino es así: Casey murió de cáncer en Glendale, California el 29 de septiembre de 1975 a los 85 años de edad y sus restos descansan en el Forest Lawn Memorial Park Cemetery de esa misma ciudad.

En su memoria.