Pilares de cristal

GENERALMENTE DE HERMOSILLO.

Profr. Luis Mario Navarro Miranda.

La primera vez que “María” atendió el llamado de Trabajo Social, se enteró que “Jesús”, su hijo, había sido sorprendido en los patios de la escuela fumando marihuana. Además, se le encontró gotas oftálmicas para la irritación, y un arma punzocortante… Desvelada, simplemente expresó: ¡ay!, este chamaco…

Jesús, nacido en el verano de María, -desliz carnal de la adolescencia- anhelaba saber la identidad de su padre. Siempre reclamaba, deseaba conocer la razón de haberlo abandonado. María, discreta, con el rencor corriendo por la sangre, no lograba olvidar la afrenta, ni pensar en el perdón…. “Perdón, vida de mi vida”…

Sabe que aquel hombre casado que se aprovechó en su momento de la inexperiencia y situación económica, trabaja actualmente en una maquila, aquí en la capital sonorense. Jamás procuró al retoño que alojó María en su vientre durante nueve meses, mucho menos brindarle un beso en la frente, la bendición, antes de entrar a la escuela.

Jesús, daba el nombre de su abuelo, cuando le preguntaban por su padre. Primero, sentía vergüenza; sus orejas, rojas, como la sangre. Con el tiempo, aceptó a Don Carmelo como padre. “El maistro”, hombre de cuerpo lapidado, de rostro agrietado por años de trabajo como albañil, es asiduo visitante de tugurios, tras arduas jornadas laborales. “Un antro de lo peor, lo atrapa entre sus garras, si hay vino, si hay mujeres y guitarras”.

Cual toro embravecido tirado al ruedo, llega a saldar cuentas a la humilde morada que habitan su hija, su nieto y su esposa. Domitila, sabe el calvario que le espera cada vez que Carmelo acude a olvidarse de la vida, a crucificar políticos en la barra, y a disputar a la “Thalía”, cantinera de amplias dimensiones, que factura copas por bailar “con hombres necios” del norte de Hermosillo… “Tus besos y copas he pagado”.

“El Chuy”, sabe de, y al ver llegar a su “tata” cayéndose cual hoja al viento, corre a dar aviso a su “nana”… En minutos, “mira” en palco, la golpiza que le propinan a su “ma” Domitila, como si fuese reyerta en La Vegas, provocando insomnio en el sector. Mientras, la madre del chamaco, dobla turnos en motel de paso. En el día, tiende camas; por la noche, hace lo contrario… “Era un pajarillo de blancas alas”…

La autoridades escolares, debieron visitarla en el “templo de la perdición”, atestado de trabajadores del volante, “tiradores” y “ángeles de la noche”, que arriesgan su vida para abonar al “tanichero” de la esquina, que no pocas veces le ha pedido a María, “rinda lealtad” en el almacén del establecimiento, y así, disminuir la deuda.

Doña: Jesús golpeó a una compañera; le quitó el celular… Usted no contesta el “cel”, y la abuela del joven, no sabe qué hacer con él…Molesta, cigarro en mano, se dio “la media vuelta”, como si no le doliera la vida, como si no le importara la situación de su hijo que “navega sin amarras” en la borrasca callejera del barrio en que viven… “Cuna de Lobos”.

Era la tercera visita a María, después de 12 citatorios no atendidos… Estaba más preocupada por alquilarse, sacar para el concierto de su ídolo, Marco Antonio Solís, “El Buki”, último “Tlatoani” de la música regional mexicana, a pocos días de presentarse en territorio Seri… Con “La Venia Bendita”.

“Ella”, quería conocerlo, escuchar en vivo “Si no te hubieras ido”, y “No puedo olvidarlo”, melodías escritas por el genio michoacano. Quizá le trían “tristes recuerdos”, a quien se describía como una persona sin ilusiones…

Sin duda, las calles son el infierno. “Una noche tenebrosa y fría”, Jesús no contó con su ángel de la guarda… Fue tentado por las garras del vicio, en putrefacta esquina repleta de adictos que tienen prendido el foco, pero que les falta luz…

Ahí, con la clica apodada “los palomillas”, debido a que se llevaban pegados al foco, probó el elixir mortal por vez primera… “Ese fue su error”… En segundos, se trasladó a “un mundo raro”, “donde no hay justicia, ni leyes, ni nada”, sólo dolor…

Todavía bajo los efectos, caminó a su casa, entre la lluvia, y el viento de febrero, más traicionero que el destino… Se encontró con su madre, recién llegada del concierto. Alucinando que María, era el padre que le tiró, le dio 13 puñaladas traperas, dejándola tendida para la eternidad… El reloj marcaba las 7 de la mañana, según reporte forense…

La madre “tres pies abajo”; el hijo, purga condena en pilares de cristal… ¿Realidad o ficción?… Dedicada a jóvenes, padres, maestros y autoridades…